¿Quién envía al misionero?

Pastor Jerry Glisson
Central Baptist Church, Anthony, KS

Introducción:

Corinto, Grecia

Estimado Rev. Saulo (Apóstol) Pablo

Misionero Independiente

Pablo:

Hace poco recibimos una solicitud de su parte para ponerse al servicio de nuestra Junta. Nuestra política es ser tan francos y liberales como sea posible con todos nuestros postulantes. Hemos hecho un estudio exhaustivo de su caso. Para ser claros, estamos sorprendidos de que haya podido “pasar” como un auténtico misionero. Se nos ha contado que usted padece de un problema severo en sus ojos. Esto es de seguro una limitación insuperable para realizar un ministerio efectivo. Exigimos una visión 20 sobre 20.

¿Piensa usted que sea correcto que un misionero realice un trabajo secular a tiempo parcial? Nos hemos enterado que aparte usted hace tiendas. En una carta a la iglesia de Filipos usted admitió que ellos eran la única iglesia que lo apoyaba. Nos preguntamos por qué.

¿Es cierto que tiene un prontuario de encarcelamientos? Algunos hermanos dicen que cumplió dos años de cárcel en Cesarea, y que fue a prisión en Roma.

Causó tantas dificultades a los hombres de negocios de Efeso que se refieren a usted como "el hombre que puso al mundo de cabeza". El sensacionalismo no tiene lugar en las misiones. También lamentamos el episodio chocante y fuera de toda razón en Damasco. Estamos pasmados de la falta de actitud conciliatoria en su comportamiento. Los hombres diplomáticos no son apedreados y arrastrados a la entrada de la ciudad o atacados por masas furiosas. ¿Alguna vez se ha imaginado que palabras expresadas con más gentileza posiblemente le harían ganar más amigos? Adjunto una copia del libro de Dalius Carnagus “Cómo ganar judíos y tener influencia sobre los griegos”.

En una de sus cartas se refiere a usted mismo como Pablo ya anciano (Flm. 9). Nuestra política como misión nueva no espera que haya en demasía receptores ancianos. También entendemos que usted es dado a fantasías y sueños. En Troas, dijo: “Un varón macedonio” y en otra ocasión fue “arrebatado hasta el tercer cielo” e incluso afirmó que “el Señor estuvo a su lado”. Estimamos que se necesitan mentes más prácticas y realistas en la tarea de evangelización del mundo.

Ha escrito muchas cartas a iglesias en las que anteriormente fue pastor. En una de estas cartas, acusó a un miembro de la iglesia de vivir con la esposa de su padre e hizo que toda esta iglesia se sintiera mal y que este hombre fuera expulsado.

Su ministerio ha sido demasiado alocado para ser exitoso. Primero Asia Menor, luego Macedonia, luego Grecia, luego Italia, y ahora está hablando de una empresa quimérica a España. La concentración es más importante que el desperdicio de las capacidades que uno tiene. ¡Usted solo no puede ganar el mundo en su totalidad! Usted sólo es un Pablo pequeño. Hace poco en un sermón usted dijo: “Pero lejos esté de mi gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. Nos parece que usted debe gloriarse en nuestro patrimonio, en nuestro programa denominacional y el presupuesto unificado.

Sus sermones son demasiado largos para nuestro tiempo. En un lugar habló hasta la medianoche y un joven estaba con tanto sueño que se cayó de la ventana y se desnucó. Nadie se salva después de estar escuchando 20 minutos. Nuestro consejo es: “Póngase de pie, hable en voz alta y cállese la boca”.

El Dr. Lucas dice que usted es un hombre pequeño, delgado, y calvo y que siempre está tan inquieto por sus iglesias que son pocas las horas de sueño que usted tiene. Dice que camina pesadamente alrededor de la casa, orando la mitad de la noche. Una mente saludable en un cuerpo robusto es un requisito que todos nuestros postulantes deben cumplir. ¡Pasar una buena noche producirá en usted ahínco, celo y le dará brío para que se levante lleno de ánimo!

Hace poco le escribió a Timoteo que había “peleado la buena batalla”. Difícilmente pelear es algo recomendable para un misionero. No pelear es una buena pelea. Jesús vino no para traer espada sino para traer paz. Usted se jacta: “Batallé en Efeso contra fieras”. ¿Qué rayos quiere decir?

Me duele decirle esto, hermano, pero en los 25 años de experiencia que tengo, nunca he conocido un hombre que sea lo opuesto a lo que se estipula en los requisitos de la junta extranjera de Misiones. Si lo aceptáramos, iríamos en contra de todas las reglas de la práctica misionera moderna.

Muy sinceramente,

J. Flavius Fluffyhead, Sec.

Junta Extranjera de Misiones 811

Ahora esto suena como una idea bastante tonta, ¿no es verdad? Bueno de seguro esto sería divertido sino estuviera tan cerca de ser cierto. Algunas de las Juntas de Misiones que tenemos actualmente poseen tantas reglas y criterios que impiden a buenas personas hacer lo que Dios quisiera que hagan. Comprendo que algunas reglas son necesarias para evitar a un candidato no deseado, pero debemos tener cuidado de no obstaculizar la guía de Dios. No digo que no deban haber reglas y cosas por el estilo pero debemos estar seguros de lo que hacemos. Creo que algunas de estas juntas se topan con un problema cuando se olvidan quién es el que envía al misionero. Parece que piensan que son ellos los que los envían cuando todo lo que deben ser es una institución de recolección, mantenimiento y distribución de sus fondos y una agencia que les ayude a ir al campo. Puesto que hay grupos que han confundido el asunto creo que esto es algo que debemos enmendar. Con esto en mente lo que quiero hacer esta noche es considerar quién es el que en realidad envía al misionero. ¿De quién es la responsabilidad de ver que los misioneros vayan al mundo a ganar a los perdidos?

I. DIOS EL PADRE ENVÍA AL MISIONERO

El Padre está involucrado en enviar al misionero y Su responsabilidad en el envío es que Él provee el lugar adonde el misionero será enviado. Él es quien:

A. Prepara el campo de la cosecha

Mateo 9:37-38: Entonces dijo a sus discípulos: “A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

  1. Es la cosecha del Padre. Él es quien la prepara y decide dónde será la cosecha. Él es dueño de la viña y nosotros somos Sus labradores. Dios decide qué campo será cosechado y cuándo, y depende de nosotros ir donde Él ha preparado la cosecha. ¿Alguna vez se ha preguntado por qué algunos lugares están tan abiertos al Evangelio en tanto que otros están tan cerrados? No nos atañe a nosotros que lo sepamos.
  2. Puesto que es Su cosecha es Él quien envía jornaleros a trabajar la cosecha. Él contrata a los trabajadores por así decirlo.

B. Abre y cierra puertas

Tenemos la tendencia de culpar a Satanás cuando se cierra la puerta de la oportunidad en un lugar donde queremos llevar el evangelio. Incluso los misioneros a veces olvidan que no es Satanás quien abre y cierra puertas para la palabra, sino el que lo hace es Dios el Padre.

  1. Colosenses 4:3: “... para que el Señor nos abra puerta para la palabra,..."
    Debemos depender de Dios para abrir puertas para que nosotros podamos entrar.
  2. Apocalipsis 3: 7-8: “...el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”. Cuando Dios abre la puerta para que se predique el evangelio en un lugar la puerta permanecerá abierta hasta que Él decida cerrarla. Hace seis o siete años nunca habríamos soñado que podríamos introducir el evangelio a Rusia y otros países, pero sólo vea la manera en que Dios abrió esta puerta de una manera tan dramática e inesperada. Estos países permanecerán abiertos hasta que Dios los cierre y no tenemos idea alguna cuándo podría ser esto.
  3. El Padre envía al Espíritu Santo para que nos abstengamos de atravesar puertas que no estén abiertas para nosotros. A veces tenemos la tendencia de tratar de forzar una puerta cerrada en lugar de esperar en Dios y seguir su guía. En Hechos 16:6 El Espíritu Santo les prohibió a Pablo y Silas que predicaran el Evangelio en Asia. ¿Por qué? Porque Dios escogió a Pablo para que fuera a Europa y había preparado al pueblo de Europa para el evangelio. Si en lugar de eso Pablo hubiera ido a Asia, podríamos estar recibiendo misioneros de Taiwán en vez de enviarlos allí. Así que Dios el Padre envía el misionero y lo hace así proveyendo el lugar donde el misionero laborará.

II. DIOS EL HIJO ENVÍA AL MISIONERO

Jesucristo también está involucrado en enviar al misionero al proporcionarnos el plan o el programa para misiones.

A. Como el Padre me ha enviado a mí, así los he enviado yo

  1. Juan 17:18: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”.
  2. Si Cristo nos envía así como Él fue enviado, ¿cómo fue enviado Él?
    1. Él fue enviado para hacer la voluntad del Padre. Eso es lo que debemos hacer. Fue enviado para buscar y salvar lo que se había perdido. El Señor no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
    2. Lucas 4:18: “El espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos,..”
    3. Vino como siervo.
    4. Él dio Su vida por aquellos a los que fue enviado. Tenemos que estar dispuestos a dar nuestras vidas en aras de llevar el evangelio al mundo perdido. Eso no significa que todos nosotros debemos ser misioneros en una tierra lejana sino que significa que más de nosotros debemos hacerlo y significa que debemos estar dispuestos a sacrificarnos para ver que otros se salven.
    5. Jesús predicó a todo lugar donde fue. En primer lugar, Cristo nos da un plan general de ir de la misma manera que Él fue y luego Él nos da el plan más específico.

B. La Gran Comisión

  1. Mat. 28:19: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
  2. Marcos 16:15: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.
  3. Lucas 24: 47: “Y que se predicara en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”.
  4. Hechos 1:8: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo ultimo de la tierra”.

Ése es el plan que debemos seguir. Debemos alcanzar a nuestro vecindario, nuestra comunidad, nuestra ciudad, nuestro departamento, nuestro país y nuestro mundo al mismo tiempo. La única manera en que podemos hacer esto es teniendo programas en nuestra comunidad (lo que hacemos), apoyando la plantación de iglesias y otras misiones en nuestro departamento y otros departamentos, y apoyando misioneros extranjeros y haciendo que alguno de nosotros mismos vaya.

III. Dios el Espíritu Santo envía al misionero

El Espíritu Santo también está involucrado en enviar misioneros y Su área de responsabilidad está en proporcionar el poder para evangelizar.

A. Hechos 13:4: “Ellos, entonces, enviados por el Espíritu santo, descendieron a...”. Podemos ver a partir de este versículo que el Espíritu Santo está en verdad involucrado en enviar al misionero.

B. Hechos 1:8: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me series testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo ultimo de la tierra”. Quisiera señalar algunas cosas sobre este versículo y la manera en que se aplica a nosotros.

  1. Lo primero que quiero que usted se fije es que no tenemos poder hasta que el Espíritu Santo venga a nosotros. Dicho de otra manera, si no tenemos el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas no tenemos poder alguno. Si salimos en nuestras fuerzas, somos ineficaces.
  2. También quiero que se fije en el resultado de tener el poder del Espíritu Santo reposando en usted: ustedes serán testigos. No es que ustedes hablarán en lenguas o sanarán a alguien, es que ustedes serán testigos. En todos los casos en el libro de Hechos cuando alguien era lleno del Espíritu Santo y su poder obraba en él recibía osadía para testificar y no recibía lenguas.
  3. Lo último es que de manera natural lo que debe hacer cuando usted recibe el poder del Espíritu Santo es alcanzar, alcanzar a nuestros amigos y vecinos, alcanzar al mundo. No hay manera posible en que podríamos ganar al mundo perdido para Jesucristo si no fuera por el poder del Espíritu Santo. En este mismo momento estamos peleando una batalla perdida, el incremento natural de la población está de lejos sobrepasando el número de personas que están siendo ganadas para Cristo, pero gracias al Espíritu Santo y Su poder hay esperanza de que podamos ganar a nuestra generación. Pero sólo si le permitimos a Él llenarnos y obrar a través de nosotros.

IV. LA IGLESIA LOCAL ENVÍA AL MISIONERO

La iglesia local también está involucrada en enviar al misionero y es responsable de proveer el personal de misiones. Ésta es la provisión en la que todo lo demás descansa porque si no hay nadie dispuesto a ir entonces el trabajo de Misiones se detiene.

A. Vaya a Hechos 13:1-3. Ahora hay varios aspectos de estos versículos que quisiera señalar

  1. Hay un llamado específico para ser misionero. Fíjese que el versículo da una lista de hombres que estaban en la iglesia y a todos se les menciona como iguales en rango. Todos estaban trabajando en la iglesia en conjunto. Pero mire el versículo 2, el Espíritu Santo separó a Pablo y a Bernabé para ser misioneros y Él los llamó. A todos los cristianos se les ordena ser misioneros en el sentido general en que se nos ordena ser testigos a todo lugar donde vamos, pero vemos que hay un llamado específico para los misioneros.
  2. Dios llama a los que están en el servicio a tiempo completo quienes ya están ocupados haciendo Su obra. Ya estaban predicando y enseñando. Si ahora usted no está involucrado en la obra de la iglesia a la que usted se le ha ordenado hacer, no espere que Dios lo llame a una responsabilidad mayor. Dios no obra de esta manera. ¿Recuerda la parábola de los talentos? Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré”. 3. En el versículo 3 quiero que se fije que antes que la iglesia los enviara hubo un tiempo de oración y ayuno. Pienso que éste fue un tiempo muy solemne y serio para la iglesia de Antioquía. Ellos conocían bien a estos hombres, habían trabajado al lado de ellos y los amaban. Pero después de orar los enviaron. El detalle es que probablemente no querían ver irse a estos hombres, pero no iban a ser un obstáculo para el propósito de Dios. Tenemos que estar dispuestos a dejar que Dios obre en la vida de las personas y en la vida de nuestros hijos. Si la iglesia va a proporcionar la gente que ganará al mundo debemos estar dispuestos a dejarlos ir.

CONCLUSIÓN:

Ahora que sabemos quién es el responsable de enviar los misioneros demos una mirada a la manera en que lo están haciendo. Primeramente, déjeme presentarle unos cuantos hechos. Aquí hay una lista de países que se han abierto al evangelio en los últimos cinco años:

  1. Albania, a la que solía considerarse como el país más cerrado de Europa y todavía en la actualidad está abierto de par en par.
  2. Bulgaria, donde la persecución de los cristianos era una política gubernamental ahora tiene una iglesia creciente.
  3. Checoslovaquia
  4. Etiopia, donde el gobierno pidió a los misioneros que regresen.
  5. Alemania Oriental
  6. Hungría, donde la gente en la actualidad tiene hambre del evangelio.
  7. Mozambique
  8. Madagascar
  9. Nepal, donde el hinduismo es la religión oficial.
  10. Nicaragua
  11. Polonia
  12. Rumania
  13. Rusia y toda le ex U.R.S.S.
  14. Yugoslavia

Todos estos países se han abierto en los últimos seis o siete años y ésta no es una lista exhaustiva, hay muchos países musulmanes que han mostrado apertura al evangelio. Estos 14 países representan 500 millones de personas. Este es el 10 % de la población de la tierra.

La mayoría de estas personas tienen hambre de Dios y están dispuestas a escuchar el evangelio. Tenemos la mayor oportunidad que ninguna otra generación alguna vez haya tenido de ganar el mundo, pero no lo estamos haciendo. Hay algo de 6 billones de personas en el mundo y sólo hay casi 2% de cristianos renacidos. En estos mismos siete años estos países estuvieron abiertos al evangelio. El número de misioneros en campos misioneros ha descendido de 57,000 a 41,000 y ese número está cayendo todos los años. ¿Por qué?

¿Piensa usted que Dios ha dejado de llamar misioneros justo ahora cuando la oportunidad es mayor? No lo creo así. ¿Por qué no se están enviando misioneros? ¿Quién no está atendiendo a su responsabilidad? No es Dios el Padre – Es obvio que él ha provisto muchos lugares. No es Dios el Hijo - el plan todavía es el mismo. Y no es Dios el Espíritu Santo – Su poder todavía está a nuestra disposición. Si no nos hace falta el lugar, el plan o el poder, ¿qué nos hace falta? Nos hace falta el personal, las personas. Es la iglesia local la que ha descuidado su responsabilidad. ¿Por qué no estamos enviando misioneros? ¿Por qué la gente de nuestras iglesias no está prestando atención al llamado de Dios en nuestras vidas?

  1. Miedo – Algunas personas simplemente están asustadas. Están asustadas de lo desconocido, están asustadas del fracaso, asustadas de estar solas, asustadas de ejercer la fe.
  2. Apatía – Si en realidad creemos que los perdidos van a irse al infierno, de seguro no lo demostramos. Estamos tan preocupados de lo que sucede en nuestro pequeño mundo que ni siquiera podemos ver el resto del mundo.
  3. Falta de compromiso - ¿Por qué quisieran nuestros hijos entregar sus vidas a Dios como misioneros si sus padres ni siquiera son consistentes con su fe. Depende de nosotros como padres mostrar a nuestros hijos que Dios es lo más importante en nuestras vidas y si Él no lo es tenemos un problema con el que tenemos que lidiar.
  4. Materialismo – Muchas personas no hacen caso al llamado porque no quieren renunciar a la buena vida en América. Parece que lo único que es importante para nuestros jóvenes en la actualidad es cuánto dinero pueden ganar. Pero no son sólo ellos. ¿Qué pasa con nosotros? ¿Apoyaría usted a su hijo o hija si le dijera que cree que Dios quiere que sea misionero/a? ¿O calmadamente lo/la desanimaría y lo guiaría a otra cosa?
  5. Familia – El materialismo no es la única razón por la que los padres no quieren que sus hijos sean misioneros. A veces sólo es que no quieren enviarlos a un lugar tan lejano en el que nunca los verán a ellos o a sus nietos. Jesús dijo que debemos estar dispuestos a dejar a nuestras familias para seguirle a Él, esto también va se aplica al hecho de servirle en el campo misionero.
  6. Falta de confianza en sí mismo – Muchas personas no se rinden al llamado de Dios en sus vidas porque piensan no podrían hacer el trabajo. Mire alrededor suyo, si uno de nosotros fuera a escoger a los que Dios llamara probablemente no sería el hermano Carlos o el hermano Juan o yo. Si Dios le llama, Él también lo equipará para hacer el trabajo.

Es probable que haya muchas otras razones por las que la gente no hace caso al llamado a las misiones pero en realidad todas éstas son excusas. Cuando nos paremos delante del Tribunal de Cristo, a Dios no le va a importar por qué no respondimos, simplemente tomará el talento que nos ha entregado y se lo dará a alguien que sí fue.

Quisiera que entienda que Dios no espera que todos sean misioneros en una tierra extranjera, no ha llamado a todos, sino que Él espera que todos estén dispuestos a ir. Eso es todo lo que en realidad desea. Desea que usted sinceramente diga en su corazón que irá si Él lo llama. Y si Él en verdad lo llama, entonces vaya. Aunque quiero advertirle a usted, si usted hace eso Él está listo para llamarlo a usted porque a tantos de los que él ha llamado no irán.

Voy a terminar con este poema.

¿Por qué debo ir?
Allen S. Owens
BBFI Misionero para Méjico


¿Por qué está yendo usted? Me lo han preguntado una y otra vez,
y la respuesta difícil de trazar en papel es.
¿Cómo puedo con lo que sé quedar?
¿Cómo puedo estar satisfecho y que otro vaya esperar?

He escuchado el mensaje que han traído,
A medida que el misionero instruía fui conmovido.
Pero con todo me sentaría y preguntaría ¿por qué,
Dios, son ellos y no yo, por qué?

Admiro a esos héroes, ¡oh tan osados!,
quienes llevan las Buenas Nuevas a los no alcanzados.
Admirado estoy de los sacrificios que todos han realizado,
para que algunos puedan escuchar de la salvación de Dios a manera de llamado.

Un llamado a la salvación no fue mi urgencia,
Un llamado para ir por Él, por eso es mi plegaria.
Permanecer con paz en mi vida no puedo,
A mi todo, mis hijos, mi esposa renuncio.

Muriendo y yéndose al infierno hay muchos,
Porque los que no están dispuestos a hablar son muchos.
He escuchado Su llamado y es claro mi visionar,
Debo llevar el evangelio a los que deben escuchar.

A la adolescente que en la calle va a pie,
Y al niño mejicano sin calzado en sus pies.
Al papá y a la mamá que se le ha vendido la mentira,
que la felicidad con el próximo punto alto vendrá.

Tienen que la verdad saber y el camino conocer,
Que Dios puede su alma hoy día salvar.
¿Cómo con lo que sé puedo quedar?
Que nos rindamos y vayamos es el deseo de Dios.

Ya no pregunto cuál sería la respuesta mía,
Si la pregunta -¿dónde está usted yendo? se hace de la persona mía.
Pero ahora otra pregunta perturba mi pensar,
Y la respuesta a ella sólo usted la puede encontrar.

Con paz de arriba sé por qué debo ir,
Pero con la misma paz, ¿sabe usted por qué no debe ir?
¿Por qué estoy yendo yo? La respuesta es clara,
Debo ir para que otros puedan escuchar.