Traducción de la Biblia como Misión Holística

por Kirk Franklin

Introducción

Este documento intenta desarrollar una conexión natural entre la traducción de la Biblia y la misión holística. La traducción bíblica es una tarea desalentadora debido a que más de 2,700 lenguas aún no cuentan con una traducción de las Escrituras. Esto justifica la construcción de una conexión con la misión holística debido a la importancia tanto de la traducción bíblica como de un ministerio holístico en misionología. Este documento, por tanto, examina la conexión bíblica histórica contemporánea que hay entre la traducción de la Biblia y un ministerio holístico.

Traducción de la Biblia y Misión Holística

Podemos comenzar por construir una conexión a través del Evangelio al enfocarnos en transformar a la persona completa. “La misión holística es el ‘la integración intencional de edificar la iglesia y transformar la sociedad’ (McConnell, 2000: 448). Es el “proceso de facilitar el cambio a través de una comunidad o región’ (Voorhies: 1999: 558). Este cambio se enfoca en que la persona completa venga a ser como Cristo en todas las dimensiones, ‘material, social y espiritual – también en la comunidad- económica, social y política’ (Voorhies: 1999, 588).

Por lo general, el desarrollo transformador y la misión holística se enfocan en las personas y comunidades marginadas del mundo. Estas son las mismas personas a las que sirve la Traducción Bíblica como misión. Lo que está en juego para estas personas son las “estrategias de supervivencia en una cultura particular, las cuales implican una combinación de actividades agrícolas, medicas, religiosas, educacionales, comerciales, de construcción y domésticas que contribuyan al bienestar humano” (Bradshaw, 2000: 966).

La Misión holística “no tiene que verse como prioridades separadas, sino como partes de un todo” (Steward: 2000, 448). La conexión con la traducción de la Biblia, por tanto, no debería verse como lo que tiene que hacerse (p. ej.: las numerosas lenguas que aún quedan por traducirse) sino como una parte del plan transformador y holístico de Dios para que las naciones lo glorifiquen.

La traducción bíblica como misión contiene muchas disciplinas que pueden expresarse desde una perspectiva holística. Estas son: literatura (dirigida a temas de alfabetización), sociolingüística (aprender cómo las personas usan el idioma en su contexto social), etnomusicología (entender y apreciar la música de las personas), antropología (apreciar los factores culturales de los grupos de personas), lingüística (abarca “lo concerniente a la práctica, como los métodos y procedimientos de enseñanza/aprendizaje de una lengua” [Dickenson, 2000: 580]) y traducción (la “transmisión de un mensaje de una lengua a otra ya sea en forma escrita u oral” [Scout, 2000: 967]).

El concepto de capacidad de traducir (“translatability”) la Palabra de Dios se encuentra en el corazón de la traducción de la Biblia. Esto asegura que la Palabra de Dios esté disponible para todos los pueblos en el idioma de su corazón. Este compromiso, asegura que el mensaje de Dios a la gente es “expresado en su propio idioma y cultura” (Shaw, 2000: 125) de tal manera que “el poder y autoridad de Dios llega a ellos directamente en su cultura” (Shaw, 2000: 125).

La traducción de la Biblia al contexto de los grupos minoritarios del mundo asegura que “la Biblia empodera a los débiles y conduce a los poderosos a reconocer su propia debilidad ante Dios” (Shaw, 2000: 125). El entendimiento espiritual obtenido de las Escrituras vernáculas infunde armonía dentro de las comunidades cristianas florecientes. Por medio de entender y traducir las Escrituras, las personas “desarrollan una conciencia de Dios y entienden su relación con Él” (Shaw, 2000: 125). Asimismo, no depositan su confianza en el mundo externo y son equipados para hacer teología en su contexto y aplicar esto a su vida diaria (Shaw, 2000: 125).

Por último, es necesario enfatizar que muchos cristianos asumen que la Biblia trata solamente de asuntos espirituales y por tanto, sólo aplicable a la devoción personal y al crecimiento espiritual. Sin embargo, la Biblia necesita hablar por sí misma. Por tanto, necesita ser liberada “de su cautiverio espiritual y permitírsele conectar y hablar a todos los ámbitos de la vida humana” (Myers, 1999: 227). Solamente entonces será usada en un sentido holístico –la traducción de la Biblia y la misión holística unidas por una misma causa.

Perspectivas Bíblicas de la Traducción Bíblica como Misión Holística

Jesús anuncia su venida en Lucas 4.18-19 y 7.22 como una “nueva era de salvación… el momento de la historia en que Dios en su gracia soberana traerá libertad de la culpabilidad y de los efectos del pecado” (Barker y Kohlenberg, n.d.: n.p.). Las buenas noticias de Jesucristo están dirigidas a los pobres, los prisioneros, los ciegos y los oprimidos, pero incluyen a quienes reconocen su necesidad de confiar y depender de Dios. Por tanto, en ese contexto, se resaltan las necesidades holísticas de los marginados.

Además, el mensaje salvífico de Jesús está enfocado a la integridad de las personas. El “ha prometido la restauración de todas las cosas que el pecado ha estropeado o destruido” (Barker and Kohelenberg, n.d.: n.p.). El ofrecimiento de Cristo es único: la justificación dada por Dios. La salvación, “si es concebida como liberación física (Ex. 14.13) o espiritual (Salmos 51.12)” (Barker and Kohelenberg, n.d.: n.p.), es del Señor.

La base para el señorío de Cristo sobre la creación, expresada en Colosenses 1:15-20 es que Él es Señor sobre toda la creación porque estuvo involucrado en ella. “La creación le debe a Él su unidad, su significado, verdaderamente su existencia…Él es tanto el principio unificador como el sustentador personal de toda la creación” (Barker and Kohlenberger, n.d.: n.p). Además, Dios ha quitado toda hostilidad que existía entre Él y la humanidad. Cuando la gente acepta esto, el resultado es “sumisión y armonía con Dios” (Barker and Kohlenberger, n.d.: n.p).

Edificando sobre el tema de la integridad, Santiago (1.22) desafía a los cristianos a poner en práctica la Palabra de Dios. Por lo cual, la Palabra no debe tan sólo ser escuchada o leída, sino aplicada en la vida individual y colectiva. La fe cristiana, debe ser más que hechos superficiales y actividades religiosas. “La persona cuya experiencia religiosa es genuina podrá poner la verdad espiritual en práctica, y su vida será marcada por el amor hacia otros y por la santidad ante Dios” (Barker and Kohlenberger, n.d.: n.p.).

Pablo habla sobre el poder de Dios para transformar la vida de las personas (Rom. 1.16 y Col. 3.16), añadiendo que debemos “someternos a las demandas del mensaje cristiano permitiéndole arraigarse profundamente en nosotros para que controle así nuestra manera de pensar” (Barker and Kohlenberger, n.d.: n.p.).

Cuando tales conceptos bíblicos se unen, la traducción de la Biblia como misión holística cobra sentido debido a que sin la traducción de la Biblia, la Palabra no estaría disponible para las personas que más la necesitan. Si se les niega el acceso a la Palabra de Dios en su idioma del corazón, entones habrá muy pocas probabilidades de que ocurra una transformación holística creciente.

Perspectiva Histórica de la Traducción Bíblica como Misión Holística

En la iglesia primitiva, la Biblia fue considerada como el libro de cada cristiano. Los padres de la iglesia enfatizaron la importancia de la lectura bíblica, la cual produjo gente letrada. Para aquellos que no eran letrados, la Biblia se leía públicamente ya que era considerada crucial para “la profundización de la vida espiritual de cada cristiano y de la iglesia” (Southwell, n.d.: n.p.). Más tarde, William Tyndale quiso que el Rey de Inglaterra entendiera la importancia de que la gente pobre y sin educación fuera capaz de leer la Biblia en su propio idioma.

En el año 1600, Bartholomew Ziegenbalg fue al sureste de la India a trabajar con la gente Tamil. Ziegenbalg creyó que las Escrituras tenían que estar disponibles en la lengua vernácula en la etapa más temprana posible de su misión. Esto implicaba una gran estrategia, pues el creía que la traducción de la Biblia tenía que ir de la mano con la educación cristiana. Los nuevos creyentes y sus hijos debían tener la oportunidad de leer la Biblia por sí mismos. Además, Ziegenbalg creía que el estudio diligente de la filosofía y la cultura era fundamental para el evangelismo y el crecimiento de la iglesia. Él llevó a cabo trabajo médico y se dedicó a la formación de iglesias indígenas con su único ministerio. Insistió el uso de letras Tamil en la alabanza. Estaba completamente comprometido a la conversión personal de la gente Tamil. Ziegenbalg fue considerado adelantado a su tiempo debido a su enfoque holístico (Neill, 1986:196).

William Carey tuvo, en su trabajo en la India, una estrategia en cinco fases: el entendimiento del idioma, cultura y proceso de pensamiento de la gente no cristiana; la predicación del Evangelio por todos los medios posibles: la traducción de la Biblia donde fuera necesario; la plantación de una iglesia como la meta más inmediata posible; y el entrenamiento de cristianos locales para ser líderes en el ministerio (Neill,1986:224-5).

Otros misioneros notables involucrados en la traducción de la Biblia como Adoniram Judson (1788- 1850), Henry Martín (1781-1812) y Hans Egede (1686-1758) también demostraron tener un enfoque holístico, ya que también se involucraron en evangelismo, educación cristiana, trabajo médico y educación teológica. Todos ellos demostraron que la traducción bíblica era complementaria a cada una de esas áreas.

Herbert Klem indicó que las primeras metas de su misión en África incluyeron “buena educación para los pastores africanos y una Biblia que los laicos pudieran leer. Los programas de alfabetización y las escuelas fueron centrales en el pensamiento y políticas del misionero” (1982:26).

Lamin Sanneh, al comentar sobre el desarrollo del movimiento de la Iglesia Africana Independiente nota que durante los siglos de trastornos y expansión de la iglesia, los misioneros “llegaron a ser pioneros del desarrollo lingüística…el resultado de la alfabetización, aún limitada, produjo una transformación cultural y social” (2002: 99).

Por tanto, históricamente aparecen fuertes lazos entre la traducción de la Biblia y el ministerio holístico.

Perspectivas Contemporáneas en la Traducción Bíblica como Misión Holística

Un tema fundamental en relación a la traducción de la Biblia es el idioma del corazón. Esto es, “cualquier idioma que comunica más efectivamente aquellos asuntos profundos, tanto personales como espirituales, a la mayoría de los integrantes de un grupo etnolingüista dado” (Sheldon, 1999:n.p.). Ray Aldred, una persona de Primera Nación Americana, declara que el idioma del corazón también expresa “la espiritualidad de las personas, su economía y sus aspiraciones políticas” (2003:n.p.).

Ya que el mensaje de la Biblia es central en el desarrollo transformador, es necesario que esté disponible para todas las personas en un idioma que puedan entender. Hay dos metas de la traducción bíblica: que la gente lea la Biblia y se convierta a una fe personal en Dios; y, asegurarse que la traducción sea clara, exacta y natural, para que de esta forma las personas puedan ser conducidas a Dios (Gela, n.d.:n.p.). Holísticamente, existe una meta de transformación espiritual de la gente, en tanto que éstas permitan al poder de la Palabra de Dios cambiarlas, en la medida en que la entienden y obedecen (Gela, n.d.:n.p.).

Además, la traducción de la Biblia pone “el poder en las manos de las personas ordinarias para aplicar la Palabra de Dios tanto en sus vidas como en su cultura” (Shaw, 2000:125). La Biblia también revela que “ningún pueblo puede ser verdaderamente independiente, sino que necesita reconocer su interdependencia de otros, siempre que expresen una mutua dependencia en Dios” (Shaw, 2000:125).

La traducción bíblica como misión se enfoca en hallar términos y conceptos propios de cada cultura e idioma. Esto hace posible “la contextualización cultural de Jesús y sus seguidores para escuchas de África y China” (Jenkins, 2002:113). Además, la tarea de traducción bíblica requiere el desarrollo de alfabetos, gramática, diccionarios y otras herramientas del idioma. Toda esta investigación en el idioma receptor produce “casi en todas partes la creación de profundas lealtades hacia la causa de los nativos” (Sanneh 1993:140).

En un sentido holístico, la alfabetización tiene un papel importante como socio en el ministerio de traducción bíblica. Esto se debe a que la gente necesita “desarrollar su propia literatura, expresando por medio de la escritura lo que hasta ahora ha estado disponible solamente en forma oral” (Shaw,1988:238). La literatura dota a las lenguas minoritarias de valor y de un mayor estatus político-social por medio del desarrollo de un ambiente positivo, donde estos grupos tienen un lugar propio con derechos dentro de la gran sociedad. “Un crecimiento en el nivel de alfabetización en una sociedad vendría a sustentar varios logros sociales y económicos para la comunidad, así como de un contexto para la lectura de la Palabra de Dios” (Watters, 2003:2-3).

Wayne Dye, indica que la alfabetización está asociada al evangelismo (el testimonio de un alfabetizador cristiano en una clase de no cristianos); a la edificación de creyentes (los creyentes que saben leer y escribir, generalmente, son más fuertes espiritualmente y por tanto menos común que caigan que los creyentes analfabetas); a la asistencia práctica (las habilidades de leer y escribir disminuyen la probabilidad de ser engañado en las operaciones de negocios); al avance económico (siendo capaces de leer y escribir incrementa la habilidad para lograr una mejoría a nivel personal y económico); a la autoestima (al usar la traducción vernácula se incrementa la estima personal y colectiva, el respeto y la capacidad de logro) (1985:221-232).

La traducción bíblica como misión holística puede evaluarse por los diez principios del desarrollo transformacional cristiano de Samuel Voorhies (1999:590-1).

Primero, Voorhies afirma que las personas y su cultura tienen un valor intrínseco. En relación a esto, la traducción bíblica también enfatiza el respeto y el enfoque a la lengua del corazón de las personas, así como su identidad dentro de su propia cultura. La traducción bíblica en África se aseguró de que las comunidades culturales fueran preservadas “debido a un espíritu de estímulo y conservación, a sus investigaciones lingüísticas y su adopción del vocabulario local religioso al expresar la enseñanza cristiana” (Pitman, Habito and Muck,1996:341).

Segundo, la cultura local necesita ser entendida y respetada. Aquellos que se han involucrado en la traducción de la Biblia, estudian y respetan la cultura local, para ayudar a asegurar tanto la realización de una traducción exacta como que la gente la use. Lamin Sanneh afirma que “una cultura que por primera vez posee un diccionario y una gramática es una cultura dotada hacia una renovación y empoderamiento, sea que adopte o no el Cristianismo” (2002:99).

Tercero, las necesidades y el respeto propio de las personas tienen que ser tomadas en cuenta, para asegurar una dignidad personal. Exitosamente los programas de traducción bíblica comenzaron a identificar y utilizar recursos locales para cimentar la base de un proceso viable. Parte de este proceso consiste en luchar con las áreas técnicas del diseño de un alfabeto, la escritura, la estructuración del idioma, incluyendo su gramática, y el análisis de la cultura (Sanneh, 2002: 106).

Cuarto, las personas deberían ser el punto focal en vez de las técnicas. En la traducción de la Biblia las personas tienen que ser el punto central. Sin embargo, es posible que por la naturaleza de “alta tecnología” que envuelve a la tarea de la traducción bíblica debido al uso intensivo de la tecnología de las computadoras, para algunos sea difícil hallar este equilibrio.

Quinto, la persona integral –mente, cuerpo y espíritu- debe tomarse en cuenta en el esfuerzo de desarrollo. En respuesta, la traducción bíblica históricamente se ha enfocado en la mente y en la teología, aspectos evangelísticos y de discipulado de la vida cristiana. Las necesidades del cuerpo y del espíritu son resultados del uso que las personas hacen de las Escrituras.

Sexto, para el crecimiento es necesario comunicar a Cristo a través de la palabra (el evangelio de Cristo), de las obras (sirviendo como Cristo lo hizo) y las señales (demostrar el reino de vida de Cristo). En tanto que la traducción bíblica facilita la comunicación de la Palabra de Dios, aquellos que están involucrados en la traducción serán más efectivos si, además, sirven con obras y señales.

Siete, “toda intervención en un grupo de personas… lleva un mensaje que tiene que ser entendido e interpretado desde la cosmovisión de tal grupo” (Voorhies,1999:590). Para los que están involucrados en la traducción de la Biblia, es importante estudiar la cosmovisión de la cultura y el idioma. Esto conduce a un proceso relevante de traducción.

Ocho, Dios está obrando en la comunidad, así que esto debe entenderse y sostenerse. Este es un principio universal y se aplica tanto a aquellos que traducen la Biblia como a otras formas de misión.

Nueve, “la transformación de una persona se da a través de una relación personal con Cristo” (Voorhies,1999:591). Tal como se ha señalado, una meta de la traducción de la Biblia es que las personas lean la Biblia y vengan a una fe personal en Dios (Gela, n.d.:n.p.). Además, Kwame Bediako afirma que el cristianismo africano actual sería inconcebible sin la existencia de la Biblia en idiomas nativos…los africanos tienen los medios para responder al mensaje cristiano, en términos de sus propias necesidades y de acuerdo con sus propias categorías de pensamiento y significado (2001:n.p.).

Y, finalmente, diez: “las iglesias son fundaciones para apoyar y acrecentar la transformación” (Voorhies,1999:591). La traducción bíblica siempre será de apoyo a las iglesias locales cuando estas sean establecidas. Ellas participarán en el proceso de la traducción bíblica.

Conclusión

Se ha elaborado el caso de la traducción bíblica como misión holística. Sin embargo, es posible que no se haya considerado anteriormente de esta manera. Parece haber conexiones contemporáneas misiológicas, bíblicas e históricas suficientemente fuertes. Sin la traducción de la Biblia, la Palabra no estaría disponible para las personas que son marginadas, usualmente tanto cultural como lingüísticamente. Si a estas personas se les niega la Palabra de Dios en su idioma del corazón, entonces habrá menos probabilidad de que ocurra un crecimiento holístico transformador completo.

Bibliografía


Kirk Franklin es Director Ejecutivo de Wycliffe International.

Fuente: Wycliffe International